Cada vez que visitamos Canterbury, nos gusta alojarnos en este lugar. El hotel es precioso, se encuentra en un edificio bonito y tiene una ubicación ideal. Las habitaciones muy bien amuebladas y prácticas, con un buen diseño, cuentan con tanto una ducha como bonitos toques. Gracias a todo el personal increíblemente atento. Un restaurante excelente que sirve especialidades de la cocina británica.

Había una caja fuerte privada, una nevera y una zona de estar en la habitación, me ha encantado todo. Me alegro de que hubiera una ducha a ras de suelo. Está en una zona comercial con vistas a la ciudad, la ubicación me pareció increíble cerca de la catedral y de los principales lugares de interés y también de las murallas de la ciudad. Estaba a 1 km de Greggs, que sirve comida rápida...

Recomendaría este lugar a otros porque pasé unos días maravillosos. Habitaciones súper limpias y de buen tamaño con un climatizador y café. El personal era increíblemente amable y me echó una mano con el parking público. La ubicación era fantástica y también increíble, la Catedral de Canterbury estaba relativamente cerca del hotel. Además, me ha gustado mucho de verdad la proximidad al lago, que estaba a 10 minutos a pie. El restaurante era de primera categoría con una comida maravillosa.

¡Me encantó este hotel! El personal fue muy acogedor. Las habitaciones eran magníficas, con una mini-nevera, una cama muy confortable y aire acondicionado. La ubicación céntrica es ideal, no muy lejos de un precioso parque, la estación de bus y todas las atracciones principales. Además, se puede llegar caminando a la catedral de Canterbury.

La habitación encantadora, restaurante excelente, trato amable, desayuno delicioso servido en la habitación.

No me puedo quejar de nada.

Los amantes de la naturaleza adorarán The Corner House con su ubicación muy cerca del centro de la ciudad. Las habitaciones son espaciosas y recién reformadas, ofreciendo a los huéspedes una estancia confortable y acogedora. El baño moderno es una agradable sorpresa en una casa del siglo XVI. El buen trato recibido por el personal es otro punto destacado, desde el amable servicio hasta el delicioso desayuno servido en la habitación. Además, el restaurante del hotel es sin duda alguna uno de los mejores de la ciudad. La única pega es la falta de una alfombra anti deslizante en la bañera, pero esto se puede solucionar fácilmente.